Sobre el Indohispano anglificado

octubre 15, 2021



La característica más peculiar por la que he sabido diferenciar a Hispanoamérica, o parte del continente caracterizado por ser de habla portuguesa y habla española, es que definitivamente es la región más endófoba del planeta; en otros pueblos se pueden ver peculiaridades intrínsecas en ellos, ya sean pueblos grandes o pequeños, se puede notar un orgullo, un notable etnocentrismo que cualquier antropólogo social diría que es natural, pues es normal sentir aprecio y amor por tu grupo étnico, por tu gente, verla con características muy positivas y que consideres que tu gente es hermosa; que tu cultura, costumbres e idioma estén al frente de cualquier imposición extranjera… tal cosa no es observada en la mal llamada Latinoamérica.

No lo podría calificar de otra forma, pero claro, estas cosas no nacen de un día para otro, esto tiene que ver con los 200 años de liberalismo autodestructivo que hemos tenido, estos estados ficticios que han creado para sí simbologías falsas, héroes falsos, caudillismos bananeros estériles, chovinismos inútiles, no han llegado a nada. Todavía algunos países, no voy a negarlo, han creado una identidad propia muy notable, como México o Argentina, pero si nos enfocamos en un lugar más específico como Centroamérica vemos que en esta zona no se puede hablar de una identidad fuerte; es una identidad difusa, sus estados nacionales de por si son notablemente irrelevantes para los ojos del mundo aun cuando en sí Centroamérica tiene una posición geopolítica muy preciada, pero no es del interés de aquellos poderes en especial de la angloesfera de que esto se haga notar. Pero enfoquémonos: ¿Qué sucede cuando esta gente se va a países extranjeros? ¿Qué sucede cuando esta gente se encuentra con aquellos edificios bonitos, calles limpias, comida barata, y un salario decente? ¿Siguen manteniendo esos valores intrínsecos positivos que les heredó su cultura hispana? En la mayoría de los casos no, sobre todo los que emigran hacia Estados Unidos o países anglosajones.

Podemos decir que básicamente toda su identidad va desapareciendo, y desaparece más pronto de lo que se puede creer. Aun así, en Estados Unidos reconocen que hay una crisis de identidad hispana, pero el remedio resulta peor que la enfermedad, ya que lo que se promueve entre las altas alcurnias de los mal llamados latinos en Estados Unidos es figuras como Jennifer López o Pitbull, aspectos como sensualidad, erotismo callejero, ambientes marginales, un mal entendido indigenismo, telenovelas sobre amantes infieles, música africanizante… ¿eso es lo hispano, o la mal entendida latinidad, en Estados Unidos? ¿Qué es esta bastardización que se está promoviendo? Imaginar que un país, que es un polo opuesto a tu cultura, tus costumbres y a tu gente, va a decirte que esto es tu cultura como tal. Es claro el lavado de cerebro que se le está aplicando a la población mal llamada latina en Estados Unidos, hacerles creer que su cultura es lo que ven en “x” o “y” canales de televisión, que son promovidos por la misma angloesfera.


Les hacen creer que eso, lo que ven allí, eso es la mal llamada cultura latina, el impacto de esto no hay que verlo como algo pequeño, esto no es solo para drenarle la cabeza a pequeños grupos de personas, sino que estamos hablando de que la población hispanoamericana en estados unidos ya va entre los 62 millones de personas, y creciendo a ritmo acelerado. El anglosajón es consciente de la cantidad de gente que está en su país y no le ha bajado la guardia a que pierdan sus costumbres, sus características nativas y abracen toda esta cultura subproducto del globalismo de la angloesfera, si de por sí ya hacen daño todas sus redes sociales, películas y series aquí en Hispanoamérica imagínense lo que será estar en el ojo del huracán que es Estados Unidos, háganse una dimensión del drenaje cerebral que le están haciendo a las personas, esto es básicamente la destrucción o despojo de cualquier atisbo positivo de la cultura que pudo haber heredado ya sea un hondureño, salvadoreño, guatemalteco, o un mexicano.

 

Todavía hay mexicanos en estados unidos que se hacen llamar méxico-estadounidenses, pero algunos cometen la estupidez de decir que son mexico-americanos, pero es que americanos ya son, ya podrán haber nacido en Alberta, Canadá, o en la Patagonia argentina, ellos son americanos por igual. Las cuestiones terminológicas a la larga son ideológicas e invasivas, son una forma de subversión, pero desgraciadamente aquí crecimos todavía con la idea de adjudicarle a un solo país el nombre de todo un continente. Ahora con el caso de la cultura hispana en Estados Unidos definitivamente estoy convencido que no hay ninguna y lo que se entiende por cultura latina es una blasfemia, o sea no hay ni una cosa ni la otra lo que hay es una multiculturalización bastarda, la latinidad representa un crisol de pueblos cuya bastardización los caracteriza, porque los asiáticos sí están orgullosos de serlo, los coreanos saben lo que son, igual que la gente de China, de Japón, la gente afroamericana sabe que pertenece a la comunidad africana, entonces, ¿qué está pasando con la gente de Hispanoamérica que andan amalgamando cualquier pueblo del planeta y dicen que eso es latino?

Pero el mayor problema está cuando estos hispanos anglificados dirigen esa actitud hacia su país de origen, pregonando directamente el supremacismo anglosajón, pues quieren extrapolar, quieren llevar toda esta decadencia anglosajona al polo hispanoamericano, al resto de los países del continente; es decir, les hacen gratuitamente la labor al imperialismo anglosajón de envenenar a sus familias, de envenenar al resto de sus países de origen, la gente de Hispanoamérica que se cree anglosajona es un peligroso elemento subversivo que debemos tratar. Critican la pobreza de estos países como si la religión, el arraigo a la tierra, la comunidad organizada o las costumbres de nuestra gente, son las que están mal y que por eso debemos copiar el modo de vida materialista de la angloesfera, un estilo de vida consumista, hedonista, pútrido, asqueroso y nefasto asociado a ese pueblo. Esta gente anglificada ya no pertenece a nuestra esfera de ninguna forma, son un componente destructor del tejido socio-histórico de los pueblos indohispanos, es gente que le viene a hacer el mandado a los intereses del imperialismo anglosajón y tiene que ser visto de esa manera; considerarlos tan enemigos como el imperialismo anglosajón, pues buscan imponer este suicidio contra los suyos queriendo sentirse parte de una cultura anglosajona a la que no pertenecen; buscan cambiarse el nombre para sonar más inglés, anglifican el español en una mezcla barbárica, quieren celebrar las fiestas yanquis, como el “4 de julio”, Halloween, viernes negro, etc., cuando nada tenemos que ver con ello, y si quieren celebrar ciertas fiestas de carácter hispano siempre meten las características anglosajonas, comidas rápidas, música africanizada y hedonismo, etc. ¿Qué está rescatando esta gente?

Esta gente es la antítesis de nuestras tradiciones y deben ser rechazados con total fuerza (con violencia si es necesario), no podemos tener a esta gente en nuestros círculos ni verlos como parte de la comunidad hispanoamericana; son el auténtico subproducto del mercantilismo anglosajón. Cuando se van a un país extranjero son la subcultura de la subcultura de cualquier vómito de esas esferas de influencia. Estos estados hispanoamericanos no lograron consolidar su herencia indohispana, lo que les quedó se fue diluyendo poco a poco y al llevarlo a un país globalista como Estados Unidos fue prácticamente ir a suicidar a tu gente. Hay estadísticas que muestran que ya para la segunda generación de hispanos nacidos en Estados Unidos de familias inmigrantes van perdiendo su cultura heredada de su país de origen, ya en tres generaciones no está quedando nada, para una cuarta generación se está hablando de gente anglificada que se creen mas gringos que los gringos. 

Pero esta gente que se cree anglosajona, es decir, los que son anglosajones ideológicos, aun así pretenden llevar toda esa cultura nefasta y reproducirla en sus países de origen, nuestros países, lo cual es un suicidio impuesto y no lo podemos permitir.

 

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