Otro aniversario de un imperio que se tambalea

julio 04, 2023

La caída de Estados Unidos es inminente, año con año vemos cómo ese país se fragmenta más y más totalmente, desde su sociedad, sus instituciones y hasta su economía. En las últimas décadas el Imperio se sumerge profundamente en crisis que han ido socavando su estabilidad interna; su hegemonía en el mundo ha ido mermando con el surgimiento de nuevas potencias, como ser la República Popular China y la Federación Rusa, que en pocos años han superado al decadente país norteamericano en varios aspectos.

Pero esto no es sorprendente, pues un país como Estados Unidos, que es el adalid del liberalismo a nivel mundial, (entiéndase liberalismo en toda su dimensión; político, económico y social), donde los únicos pilares que por décadas han sostenido su estructura social y sus instituciones y han evitado que implosione súbitamente, ha sido la manía por figurar como la primera potencia económica y el consumo de bienes materiales, estas bases son ficticias, altamente propensas a colapsar y caras (hablando en términos económicos), pues primeramente no le da a su sociedad un sentimiento de unidad, ni tampoco una misión o sentido trascendente de la vida (pues todo se limita a un plano económico, donde no hay nada de espiritual) y mantener una sociedad altamente consumista requiere un gran desgaste de recursos, recursos que le pertenecen a otros países y que Estados Unidos codicia y que ávidamente ha acaparado por la buenas, y en la mayoría de casos, por las malas. 

Zbigniew Brzezinski un afamado geopolítico estadounidense de origen polaco, afirma que los cuatro ámbitos decisivos del poder global lo constituyen: 1) militar, 2) económico, 3) científico-tecnológico y 4) cultural. La combinación de los cuatro ámbitos es lo que hace a un Estado convertirse en una superpotencia global1, desde el final de la Segunda Guerra Mundial Estados Unidos se mantuvo a la vanguardia de estos cuatro ámbitos, y con la caída de la URSS se convirtió en la única potencia mundial, dando paso al mundo unipolar, donde el país norteamericano no tenía ningún otro rival.

Pero en las últimas décadas los primeros tres ámbitos enumerados han empezado a tambalearse, pues el poderío bélico estadounidense ha mermado, varias de sus invasiones han sido infructuosas, y poco a poco sus antiguos aliados se han desvinculado de ellos, en el plano económico como antes mencionamos, otras potencias los han superado, el mayor ejemplo es la República Popular China, que ha acaparado nuevos mercados que antes eran exclusivamente propiedad de Estados Unidos, y hay que señalar que Estados Unidos actualmente ya no lidera en el sector industrial, pues la mayoría de multinacionales norteamericanas han desplazado sus plantas de producción a otros países para abaratar costos, más del 70% del PIB de EE. UU. lo produce el sector de servicios (voltear hamburguesas y entregarlas por Uber Eats como menciona Larry Johnson en este artículo),  varios países ya no quieren ser extorsionados con la hegemonía del dólar y prefieren comerciar en otras monedas como rupias o yuanes ; y en el plano científico-técnico la historia es similar, la mayoría de productos tecnológicos se limitan al sector del entretenimiento y el confort como ser los teléfonos inteligentes, la informática y las inteligencias artificiales.


Es sólo en el ámbito cultural donde Estados Unidos sigue liderando, por lo menos en los países más occidentalizados, principalmente en Hispanoamérica, en países como el nuestro (Honduras), donde las auténticas tradiciones han sido suplantadas por el modo de vivir norteamericano (el individualismo, el consumismo y el encontrar el sentido de la vida en los bienes materiales), en todos los aspectos, desde los más banales, como ser el modo de vestirse, la dieta, la música, etc., hasta los aspectos más importantes y que le dan un sentido de unidad a un pueblo, como ser la religión,  pues en las últimas décadas nuestra sociedad ha dejado de ser católica y se ha vuelto protestante (evangélica, bautista, adventista, mormona, testigo de Jehova, etc., todas ramas protestantes de origen estadounidense), actualmente Honduras es el país de Hispanoamérica con el menor porcentaje de católicos. Es por todo lo anterior mencionado que el imperialismo cultural es el más dañino pues la decadencia social y espiritual de Estados Unidos repercute y arrastra a los países más «americanizados», gracias a eso Estados Unidos ha podido mantener vigente su influencia en la sociedad hondureña y ha logrado disociar a nuestro pueblo, manteniéndolo dividido, robándole sus tradiciones, su espiritualidad y quitándole la capacidad de trascender más allá de un sentido material y utilitarista.

Y es que, para el hondureño y gran parte de los hispanoamericanos, Estados Unidos es el culmen de la civilización y su cultura es la más avanzada del mundo, por eso debe de ser digna de ser imitada y todo lo que venga de allá es sinónimo de desarrollo. Este pensamiento está tan generalizado que hasta aquellos que se hacen llamar «conservadores» siguen creyendo esta aseveración, aunque suene contradictorio, porque de Estados Unidos vienen todas aquellas ideas que ellos critican: la ideología de género, el feminismo, la promoción de la legalización del aborto, y la mayoría de ONG que promueven todo lo anterior. 

Otro gran factor para la decadencia  de Estados Unidos es que su calidad humana es casi nula, tanto sus ciudadanos de mediana edad, como los más jóvenes son fácilmente manipulables por los grandes medios de comunicación y son esclavos del placer inmediato y del hedonismo, su sociedad se ha vuelto una sociedad enferma tanto físicamente como moralmente, siendo el país con mayor porcentaje de obesos mórbidos y prevalencia de enfermedades crónicas como la hipertensión arterial y la diabetes y trastornos como la depresión y la ansiedad generalizada. Es por eso que Estados Unidos ha tenido que importar material humano de otros países, principalmente de países asiáticos como La India, China y Pakistán, pues su juventud ya no se interesa por estudiar una carrera de ciencias duras, medicina, ingeniería o informática. 


Desde 1823 la Doctrina Monroe ha sido el pilar de la política exterior estadounidense hacia Hispanoamérica y el Caribe. La operación encubierta de la CIA para apoyar a gobiernos enemigos del pueblo y sumisos ante Estados Unidos destruyeron el sistema socioeconómico de nuestros países. Han sido los responsables de perpetuar males endémicos en el Triángulo Norte de Centroamérica como ser las pandillas y el narcotráfico. Si Estados Unidos no hubiese mantenido a estos países en la pobreza y el caos social a través de todo el siglo pasado y aun en la actualidad, nuestra gente no migraría ilegalmente y de forma desesperada hacia ese país. Pero ahora todo se está revirtiendo, como mencionamos al principio, la caída del imperio norteamericano es inminente y el surgimiento de un mundo multipolar donde los países periféricos antiguamente aplastados por la bestia rubia del norte, tengan la capacidad de elegir su destino se divisa cada vez más cercano en el horizonte. 


Bibliografía:
1. Brzezinski, Zbigniew. El gran tablero mundial. La supremacía estadounidense y sus imperativos geoestratégicos





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