Esa simpática virtud liberal llamada «no hacer nada»

julio 01, 2023

Que reconfortante es echarse en un sillón o cama a descansar después de una intensa jornada de trabajo o estudio, olvidarse de la realidad por un momento y despejar la mente, esto es reconfortante porque es un descanso bien merecido, ya que se realizó efectivamente el trabajo que se nos había asignado o conseguimos la meta que nos habíamos propuesto. Pero otra cosa es descansar hasta el hastío, dejar pasar los días uno tras otro, desperdiciando el valioso tiempo mientras se tienen muchas cosas por hacer, convirtiéndose en un ser inútil e improductivo cuya existencia es totalmente insignificante.

Pareciera difícil que seres así vivan entre nosotros, gente que no aporta nada y solo parasitan, pero suena más increíble e ilógico que hasta son remunerados económicamente (y muy bien remunerados) por no hacer nada y aparte por no dejar hacer nada, y en efecto esto es real, tenemos a estos individuos en las más altas esferas del poder, en el parlamento, en las instituciones del Estado y en ONG. Se puede decir que son procrastinadores profesionales, con una maestría en «estorbancia», en vez de construir destruyen y obstaculizan.

Aquí podemos ver a un diputado en su estado natural

Pero qué podemos esperar, si países como el nuestro con un sistema demoliberal, fueron creados para que justamente ese tipo de fauna nos dirija, «el no hacer nada» es inherente al Estado Liberal. El sistema Liberal acostumbra a las masas a olvidarlo todo, por eso pueblos como el nuestro viven con una perpetua amnesia, cada cuatro años, en todas las elecciones el pueblo olvida que esos mismos postulantes les fallaron y se dedicaron a no hacer nada. Y con el siguiente gobierno, entre desgracia y desgracia el pueblo olvida que nunca ningún problema es solucionado.

Empezando por el parlamento, que es una función circense donde los parlamentarios, diputados, o como el régimen democrático de turno quiera denominarlos, se ponen de acuerdo en nunca estar de acuerdo, algunos «haraganean» un poco menos que otros, pues llevan mociones inservibles, «pero por lo menos hacen algo»- dice la gente, aunque intencionalmente ya sepan que su moción no tiene sentido, otros hacen el «esfuerzo» de apartar unos segundos su mirada del celular y de levantar la mano, fingiendo discernir con la participación de la bancada contraria, así se ensalza el circo, porque podrán ser holgazanes, inútiles y corruptos, pero aburridos jamás. Y es que son justamente esas payasadas las que mantienen anestesiado al pueblo, pues le hacen olvidar, o más bien evadir la realidad y día con día entre payasadas y las características desgracias que ocurren en nuestro país, nuestra gente olvida que hay 128 inútiles, que ganan 10 veces más de lo que gana el 90% de la población, a los que nunca se les atrasa el sueldo y gozan de todos los beneficios laborales, que se reúnen unas cuantas veces por mes en sesiones estériles de las que nunca sale alguna verdadera moción o ley que beneficie al pueblo.

Entre payasada y payasada el político nunca hace nada y el pueblo olvida.

El concepto de democracia liberal está tan impregnado en el inconsciente colectivo de las últimas generaciones que son incapaces de concebir que existen otras alternativas a ese sistema político, y todo lo que está alejado de lo democrático lo consideran malo, es debido a eso que aunque muchas veces se ha comprobado que ese sistema no funciona y está lleno de múltiples errores orgánicos que van en contra de la naturaleza de nuestra sociedad, el hondureño cada cuatro años sigue cayendo en el mismo error de creer que votando va a cambiar las condiciones del país. Y es que así funciona la democracia liberal, cada partido o cada clan político simplemente vela por sus intereses, los intereses del país son secundarios o simplemente no tienen cabida. Desde lo más bajo hasta lo más alto de la pirámide del poder esto es así, las bases de los partidos compuesta por gente humilde, lo que busca es una chamba para subsistir esos cuatro años, mientras que los altos mandos lo que buscan es perpetuar sus riquezas y privilegios y también acaparar más dinero e influencia. Después de todo, los políticos, aunque sean de diferentes partidos y finjan ser rivales ante las cámaras de los noticiarios, realmente son compinches y mantienen una tregua, pues uno necesita del otro para existir, no puede haber un gobierno sin oposición, y el gobierno de turno necesita de esa oposición para argumentar de que es la oposición la que no los deja hacer nada, mientras que la oposición necesita del gobierno de turno para argumentar que hay una fuerza que los oprime, y que ellos serán la solución a todos los problemas del país en las próximas elecciones. Es simple, así es como funciona la democracia liberal.

¿Qué mayor disociador de la sociedad que las ONG? Es con ellas que entes extranjeros y los países hegemónicos mantienen su influencia dentro de nuestro país, introduciendo ideas e ideologías extrañas y creando problemas ficticios más que brindando soluciones. En las últimas décadas es cuando más fuerza han tomado estas ONG, infiltrándose en la política nacional, promoviendo todas las ideas decadentes de los países anglosajones y abriendo espacios para nuevos problemas, todo su actuar se limita a cuatro cuestiones: ideología de género, feminismo, la legalización del aborto y derechos humanos (pero solo los derechos humanos de los grupos que ellos consideran «oprimidos»), todas estas ideas han tenido una gran recepción en la juventud del país, que no se cuestiona cual es el origen e intención de estas ideologías. En las raras ocasiones que un gobierno ha querido tomar medidas contundentes, como por ejemplo combatir el crimen organizado, estas ONG y otros colectivos salen a defender los derechos humanos de los pobres criminales  oprimidos. En síntesis estas organizaciones no solamente se conforman con no aportar nada útil al país, también se dedican a estorbar y a frenar cualquier acción positiva para los intereses del país, pero es que pongámonos a pensar un poco, estas ONG defienden criminales y no dejan realizar medidas efectivas porque si se resuelve el problema de la inseguridad y se castiga a los criminales como se debe, ya no van a poder justificar su accionar; pongamos un ejemplo, sin violadores se acaban las ayuditas de Europa y Estados Unidos a los grupos feministas que dicen luchar por las mujeres, cuando se sabe que su única intención por años fue legalizar el uso de la PAE (píldora del día después) que ya lo consiguieron, y posteriormente la legalización del aborto, todo esto con el fin de fragmentar aún más a nuestra sociedad promoviendo el libertinaje sexual, pues es sabido que una sociedad promiscua es más fácil de controlar y someter porque los individuos no tienen voluntad ni control sobre sus impulsos primarios.

Los políticos, empresarios, «ongeros» y toda la fauna que componen los poderes fácticos del país, no hacen nada por tratar de cambiar las condiciones miserables en las que vivimos, ya sea por pura apatía o porque simplemente no les conviene que haya un cambio profundo en el país ¿Qué motivación van a tener por hacer algo cuando ellos viven alejados de la realidad nacional en sus mansiones dentro de residenciales con seguridad privada, con camionetas blindadas y guardaespaldas, viviendo de evadir impuestos, con exoneraciones fiscales, gozando de muchos privilegios más y explotando a sus trabajadores o de cuantiosos sueldos que salen de nuestros bolsillos, en el caso de los políticos o de quien sabe qué institución gringa o europea que les envía dinero por subvertir más a nuestra sociedad, en el caso de los «ongeros»? Ellos viven muy a gusto en esta Honduras que diseñaron a su beneficio, se regocijan en el lodo y en el estiércol como cerdos, dejando pasar los días sin hacer nada.


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