La herencia hispánica: identidad en disputa frente al poder anglosajón

agosto 26, 2025

 


La herencia hispánica constituye un legado profundo que atraviesa siglos y sigue moldeando las identidades de la región. Desde la formación de los virreinatos españoles, posterior a la conquista, se establecieron instituciones sociales y administrativas, a imitación de la metrópoli; además, se sentaron las bases de la cultura de las posteriores naciones (el derecho, la religión, la lengua…), que al mezclarse con las culturas indígenas, procrearon una nueva cultura, que tiene su fundamentos en la religión católica y la lengua española, la primera es el eje espiritual, que conducen la vida de la sociedad y el otro es el principal vehículo de comunicación. El mestizaje permitió la generación de una cultura más compleja, donde aún observamos el sincretismo cultural producido por 3 siglos de contactos. Sin embargo, la memoria histórica se debilita con el tiempo, generando un hueco de 3 siglos en nuestra historia, dando como resultado, la limitación del conocimiento a las nuevas generaciones del legado hispánico.

 

Desde el comienzo del imperialismo anglosajón, se inició una carrera militar destinada a fragmentar el imperio, el cual se mostró sólido a través de los siglos, y solo la negación de la identidad hispana, hacia posible el éxito de esta empresa para el imperio británico, primeramente, y el estadounidense, posteriormente. Ejemplo de ello es el apoyo masivo del imperio británico a Simón Bolívar durante la guerra de independencia, lo que contribuyo, para alegría del imperio anglosajón, a la fragmentación del imperio hispano. Más adelante, vemos como EUA no solamente entra en guerra contra una España desgastada por 100 años de guerras intestinas, sino también que se da el lujo de invadir los países hispanoamericanos recién independientes, como el caso de México, Centroamérica y Colombia, al primero, lo derrota en una guerra a traición, a los otros dos, solo la fuerza del capital y la corrupción los pudo derrotar. Para que la estrategia “gringa” fuera efectiva a lo largo del tiempo, se promocionaron gobierno de corte liberal, los cuales, en nombre del “progreso” erosionaron la cohesión cultural que produce la identidad hispana en la región.

En la actualidad, aunque las intervenciones militares disminuyeron, el centro del poder anglosajón sigue utilizando estrategias subversivas para mantener su influencia en la región, valiéndose de medios de comunicación, corporaciones, el sistema educativo, ONG ’s y la industria del entretenimiento, las cuales difunden patrones culturales y valores “occidentales”, mientras que los organismos multilaterales y las fundaciones extranjeras financian proyectos que van desde lo educativo hasta políticos que, aunque busque un bien, en realidad solo cumplen su papel de moldeadores de la agenda pública y de la opinión de las élites latinoamericanas. Las políticas comerciales y los tratados internacionales también integran a los países de la región en un marco dependiente, reforzando la subordinación a intereses foráneos. Estas estrategias contemporáneas son más sutiles que en el pasado, y son más efectivas, ya que, como diría Bourdieu, el poder simbólico moldea el poder político, o, en otras palabras: el poder blando penetra a las élites y estas tratan de moldear la realidad conforme a un agente externo.

Frente a esto, fortalecer la identidad hispana y la soberanía cultural resulta esencial. La educación debe recuperar la historia y los valores del legado hispánico, promoviendo tanto la lengua española como las lenguas originarias y fomentando la producción cultural propia: cine, música, medios difusivos que reflejen el verdadero ser hispano.  También deben reforzar la integración regional, dándole continuidad a los proyectos como la CELAC, MERCOSUR, UNASUR, ALBA, que permitan coordinar políticas de comercio externo, como políticas fiscales e industriales que beneficien a todos los miembros. Igualmente, se debe revalorizar la identidad cultural de símbolos históricos compartidos, mientras que el pensamiento crítico y la investigación autónoma proporcionan herramientas para enfrentar la influencia extranjera. En palabras de Alberto Methol y Leopoldo Zea, la unidad cultural hispánica constituye la mejor defensa ante las presiones extranjeras, y su fortalecimiento es clave para garantizar un futuro autónomo para la región.

En conjunto, la historia de Hispanoamérica revela una herencia rica y compleja, que ha tenido que sufrir estrategias históricas de disolución, sea desde la fuerza de las armas, como desde las sutiles artes y la subordinación económica. Reconocer estas dinámicas y actuar desde la educación y la cultura, constituyen la vía más efectiva para proteger y revitalizar la herencia hispana del presente. 

 

 

 

 

 

 


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