Esta generación se cree la más «viva», la más despierta, pero es receptora fiel de cualquier tontería que los medios de comunicación le transmitan, han dejado de lado cualquier atisbo de pensamiento crítico y análisis.

Lo peor es que creen que todo lo que siguen es «woke» y contrario al sistema, cuando todas las tendencias actuales provienen de lo más profundo del sistema, porque cuando los medios de comunicación, la industria musical, las compañías multinacionales, tus «artistas» favoritos, etc., patrocinan, apoyan y/o financian tus ideologías y supuestas «revoluciones», estas no son luchas genuinas, solo estás sirviendo a las mismas élites que decís combatir.

Y es que esto mismo le conviene a las élites, tener una generación joven aborregada, viciosa y sumisa y que a la vez piensa que está despierta y empoderada, los mantienen domesticados por medio de distracciones y productos comerciales inútiles, volviéndolos a la vez la generación más consumista que ha existido. Esta generación gasta todas sus energías en el sin sentido, en actividades fútiles que solo llenan su ego y sus regiones cerebrales más primitivas momentáneamente, pero que nunca llenan su espíritu, por eso el vacío existencial es tan común en nuestra juventud.

Al tener a la sociedad llena de vicios y actividades degeneradas esta siempre vivirá en un estado de sumisión y confusión, combatiendo contra enemigos invisibles, pero nunca señalando a los verdaderos perpetradores de las desgracias que vivimos. Por lo mencionado anteriormente, no es raro que estos últimos años hayan sido el auge de ideologías tan absurdas como el feminismo y la ideología de género, respaldadas por el sistema liberal imperante, y como el liberalismo es la ideología del capital, todas estas ideas disparatadas han sido impulsadas a punta de billetes, logrando infiltrarse por medio de ONG e «instituciones y fundaciones benefactoras» a todas las áreas de la sociedad, principalmente a las universidades y al resto del sistema educativo.

La juventud actual es tan permeable a los medios de comunicación y a las ideas que estos promocionan que no se dieron cuenta que su pensamiento fue totalmente orientado a apoyarlas, y que su forma de comportarse y las actividades que realizan son un calco de las cosas que sus series, películas, música y celebridades favoritas transmiten.

Y es que esa es la clave para mantener subyugado a un pueblo, cuando su fuerza vital, que debería de estar concentrada en sus generaciones más jóvenes, se pierde en actividades banales y en vicios, este pueblo será débil, fácil de controlar y nunca se rebelará y luchará contra los que lo someten.